miércoles, 14 de marzo de 2012

Ordenando el escritorio

Volver a escribir. A veces tan putamente necesario y en ocasiones tan difícil de hacer. Pero si algo aprendí alguna vez fue que es mejor hacer la catarsis a las cosas que se ubican fuerte en el corazón y que a veces impiden seguir adelante.

Se vienen cambios interesantes en la vida, no se si serán buenos o no, pero son cambios ya que una vida estancada es lo peor que puede haber. Sn embargo, el miedo a lo que pueda suceder a veces hace que uno no quiera que pasen las cosas.

Una situación tan sencilla como ordenar un escritorio en la Universidad enmarca perfectamente esta serie de cambios. Un escritorio que me recibió hace cinco años y que hoy organicé por última vez. Un escritorio que dejé un tiempo y que me volvió a recibir solo para decirme adios.

Pero no es el escritorio como tal, es lo que había dentro. Papeles, parciales, trabajos, notas, apuntes, libros, papelería, postales, recuerdos, muchas cosas que son un viaje en el tiempo, en un tiempo mejor y también peor.

El resultado fue de nuevo sentir ese miedo que una vez me dejó absorto, llorando en medio de un viaje a Ibagué buscando una vida perdida. Las perspectivas ahora están mucho mejor que en ese entonces, sin embargo la sensación de inseguridad y ansiedad son las mismas.

Que la vida se construye a diario, ya estoy cansado de escucharlo y decirlo, solo quisiera que a veces las cosas tuvieran un poco más de empalme y si se pudiera un poco más de facilidad. Por desgracia la vida no puede ser tan sencilla y por lo tanto hay que vivirla y también disfrutarla.

No obstante quedan los recuerdos, aquellos que es mejor dejar atrás y atesorarlos en su debido momento, y también los que hay que guardar muy cerca, porque son los que te arrancan buenas sonrisas y hacen que puedas tomar el teléfono y simplemente llamar...

... Hay secretos en el fondo del mar
personas que me quiero llevar
aromas que no voy a olvidar
silencios que prefiero callar
mientras vos jugás




Suerte es que les digo...