domingo, 22 de junio de 2014

Lluvia incesante

Una gota que cayó sobre su rostro fue lo que despertó a Eltharion de su estado de ensimismamiento. llevaba ya un rato viendo la inclemente lluvia que caía sobre el valle, y ahí se encontraba él, a la sombra de un árbol, mirando el agua, y sin embargo sus pensamientos se encontraban aún más allá.

Trataba de hallar el último momento de tranquilidad, no lo encontraba. Su cuerpo mostraba los signos de su reciente derrota en batalla. Su mirada mostraba su constante melancolía producto de su trasegar en medio del valle de una desolada y ahora derrumbada Ulthuan. Recordó a Zeuna, su infaltable amigo de los últimos días, y recordó la última vez que lo vio, inmóvil, rendido en batalla, y ya no fue la lluvia la que se derramó en su rostro, fue tal vez su propia lluvia interna.

Y no fue solo la ausencia de Zeuna, era todo a su alrededor lo que Eltharion sentía. Era el cielo gris, era la lluvia incesante, era Zeuna y era Nanion, era todo. La lluvia interna se convirtió en aguacero y Eltharion decidió que era mejor iniciar a caminar solo para hallar un sitió más tranquilo.

El dolor en su cuerpo lo hacía sentir vivo, sin embargo su grito en el valle retumbo una y otra vez, solo para mostrarle a Malekith que a pesar de todas sus trampas y emboscadas, acá seguía y que acabar con su espíritu requería mucho más que la magia negra mostrada hasta el momento. Solo que ahora tal vez era necesario que dejara de andar errante, que era necesario parar, tomarse un aire y definir una nueva estrategia.

Era tal vez momento de buscar la forma de regresar, no sabía la forma, pero tenía que hacerlo. Ulthuan necesitaba ante todo recuperar su gloria, y especialmente su paz y tranquilidad de otros años. Ahora sabía que eso podía requerir mucho tiempo, pero que era necesario hacerlo para derrotar finalmente el sino maléfico de Malekith.

Eltharion sencillamente recogió sus cosas, y en medio de la lluvia empezó su camino, una vez más, esta vez por el regreso y la batalla final. Ya estaba bueno de solo sentir la derrota, era momento de reagrupar sus fuerzas y su gente, y dar el todo por el todo, era el momento de iniciar el retorno.



Mucha catarsis por ahora, que siga la música.

... Hoy que claro ve las cosas,
que ayer no vio, ni va a exigir
sobre su pena se posa
quiere entender para seguir

Llega la batalla
y contra él estalla
algún dia va a escampar
y como sale de esta
quiere la respuesta
sabe que no es escapar...



Suerte es que les digo

viernes, 13 de junio de 2014

Recuerdos mundialistas

Inicia la fiesta mundialista de cada 4 años que nos convierte un poco, por no decir mucho, en entes que se olvidan de su vida cotidiana y, durante un mes, no reconoce dias de la semana sino si es primera fase, octavos, cuartos, semifinal y final. Ahora que nuestra selección patría regresa, abundan los comerciales evocando la última vez que estuvimos en esta cita, y los comerciales ofreciendo sus productos investidos en su camiseta tricolor.

Yo por mi parte también me contagio y aprovecho unos días de inactividad obligada para ver lo que más pueda de este evento. Pero mis recuerdos no van solo 16 años atrás. Realmente van un poco más allá y se van para 1990. Y nada tiene que ver mi personalidad tan amañada en la época, creo.

Por esa época la selección también regresaba al mundial después de un tiempo, 28 para ser más precisos, también la vestía Adidas con un diseño que aún hoy resulta inolvidable, primer uniforme amarillo y segundo uniforme Rojo, al igual que ahora. Habría más similitudes que no vienen al caso ahora.

Ese año mi abuela se nos fue para siempre. Prácticamente a pesar del esfuerzo de mi mamá que se rompía el lomo trabajando para poder sostener la casa, tuve que aprender a crecer solo, aprender a llevar las llaves de la casa a todo lado para no quedarme por fuera, a hacer tareas y estudiar solo, y supongo que el silencio y la soledad fueron tomando convirtiendose en características o rasgos de personalidad.

Recuerdo mucho una camiseta Roja de coca-cola que mi mamá consiguió quien sabe donde, una pantaloneta que ahora creo era del colegio y unas medias amarillas de algún uniforme deportivo del salón. Dotación acorde a tan magno evento producido por la RAI de una forma increible y sin tener la tecnología que contamos hoy con direcTV y demás.

También recuerdo mucho que andaba de vacaciones de mitad de año, y para que mi mamá no se fuera a enloquecer con un hijo solo en casa, me metió en cursos vacacionales, allí me perdí ese Argentina vapuleado por Camerún y de paso aprendí a nadar y encontré lo que sería mi grupo de amigos de las vacaciones, algunos siguen siéndolo a pesar de tiempo y distancia.

Recuerdo también que ese año en una clase de educación física el profesor me dio una orden que habría de cambiar todo: ¨Desde hoy usted entrena basketball¨. Eso sería algo radical que tal vez si alguna vez lo veo tendré que agradecerlo pues me permitió aprender y querer un deporte brutal y me dejó los mejores amigos de colegio y de vida que tengo, aparte de mis hermanos de cancha, El flaco, el negro y Diego son ese grupo que no quisiera tener lejos jamás, de nuevo, a pesar de la distancia.

Pero tal vez el recuerdo más real que queda de esa época es ver como un morocho, y un mono peludo y crespo fueron dejando rivales en un partido prácticamente terminado para lograr un resultado anecdótico que no lleva a algún lado, pero que es de esos momentos que a pesar de tantos años, lo tenga tan presente en la memoria.



Años después vendrían cargados de rock y del Rojo del corazón, vendrían decepciones como la del 94 y otras cosas, vendrían buenos y malos momentos y la vida seguiría. Espero que haya buenos y tendré que aguantar malos instantes, vendrán amigos y espero que sigan presentes, y espero tener recuerdos como ese instante de hace 24 años, tan presente que arranque una buena sonrisa cuando uno sienta que el rumbo anda perdido.

Bueno, no más remembranza al estilo Los Años Maravillosos o Surviving Jack. La catarsis a veces viene bien y por eso la disfruto en forma de letras y recuerdos, por ahí anda Eltharion en remojo y cuando esté listo lo tendrán. Es mejor dejar por ahora con la diosa música mientras le doy un poco la razón a García Marquez o a Úrsula cuando decía que la vida da vueltas en circulos.

Tu equipo volvió a ganar
Te prendieron mil bengalas hoy
la banda grita tu nombre y ves
como la popular se va a caer...



Suerte es que les digo...

lunes, 2 de junio de 2014

Retomando rumbo

La historia corta dicta que en una salida a montar bicicleta me caí y me partí un brazo. Hasta ahí no es al primero que le pasa y realmente aunque poco usual, no tiene nada de anormal. De nuevo, hasta allí nada raro.

La historia no tan corta dicta, un sábado salí temprano a montar en bicicleta con un amigo, hicimos el ascenso, nos tomamos un jugo de naranja, nos comimos un banano e iniciamos el descenso, llegamos a una parte de la ruta donde se veía la ciudad, me tomé una foto allí y continuamos el recorrido. Una vez más, nada de raro hasta ese momento.

Vuelvo a tener lucidez prácticamente 8 ó 10 días después, y no una que llamemos buena a decir verdad. Las lagunas mentales son cosa de cada día e incluso los recuerdos se confunden. La realidad parece realmente esa clase de sueños a los que uno suele identificarlos como fantasia y donde se busca encontrar la salida y el final como sea. El rollo es que no, no hay salida y no hay final, cada día sigue con esa fantasia de la que tanto se teme, una pesadilla sin fin.

Entender por que estoy lleno de raspaduras, por que mi brazo derecho se encuentra con algo de dolor e inmovilizado, por que mi mamá que no suele venir a visitarme muy seguido se encuentra dándome desayuno, por que los días pasan tan lento y también por que me cuesta trabajo enfocar las cosas a corta distancia, convirtiendose en un punto medio borroso y doble.

Comprender que todo obedece a las consecuencias de una caída montando en bicicleta, un recorrido que recuerdo bien hasta cierto punto y que de la nada se va al olvido, que incluso no se recuerda mayor cosa de una semana después del evento, solo algunos comentarios de gente que me visitó, y solo un gran marco oscuro.

Entender y comprender todo eso se convirtió en una situación compleja para mi, fanático de saber que pasa a su alrededor y de tener respuestas para lo mayoría de situaciones que se enfrenta. Todo esto ha sido tal vez la prueba más complicada sobre la cual surgen más dudas, más certezas, y especialmente te das cuenta de como se manejaba la vida hasta el momento.

Suena a discurso barato pero luego de ver el casco que por cosas de la vida llevaba, y de aceptar el hecho de todo lo que sucede, siento que es una nueva chance de la vida, para evaluar desempeño y efectuar correcciones si es que las hay, cosa que debe hacerse.

Pedir perdón por los errores, por las cosas que no se hicieron, por las que se hicieron mal, tratar de enmendar muchas cosas, tomar decisiones que pueden definir un futuro, uno corto y uno a mediano plazo, a pesar de todo. Aceptar que hay cosas irreparables, otras que requieren una labor titánica y las que son más sencillas y poder trabajar en ello.

Continuar, no detenerse, retomar el camino, recuperar tiempo perdido, seguir, vivir, vainas así son las que se le vienen a uno a la cabeza ante tanto tiempo libre. Y toca aprovechar el momento para hacerlo, puede ser que luego ya no se puedan aprovechar por x o y motivo. Volver a la bicicleta, volver a esas canchas abandonadas, más retos, y especialmente perder el miedo a muchas cosas, vivir.

Eso ha sido la versión no tan corta de las cosas.

Por lo pronto seguimos, mejorando de salud de a pocos, retomando muchas cosas, hay miedo y es entendible, pero esto no se para, ni un minuto a darte un descanso, la vida es eso gustenos o no. y ya dejemos tanta vaina para mi cabeza atestada de pensamientos. Mejor volvamos a cerrar con la música, porque aunque sus ladridos siguen, los siento en mi alma y me reconfortan a pesar de su ausencia y de la soledad. El tema en parte, como es de costumbre, habla por mi.


When I fell from grace
I never realized
How deep the foold was around me
A man whose life was toil
Was like a kettle left to boil






Suerte es que les digo - Confiar y esperar...