Un cliché posiblemente, un pajazo mental indudablemente, pero cada fin de año nos sirve para evaluar lo sucedido en el año y proponerse cosas para 2018 cuando mañana será un día más, de un ciclo que no termina hasta que se deja de respirar. Sin embargo lo seguimos haciendo, nos da la posibilidad de proponer cambios, si se realizan es mucho mejor. Es tiempo de evaluarse, de llorar o reir, de seguir adelante.
Viéndolo con calma, 2017 no fue mal año, pero no ha sido un año para recordar con agrado. Las equivocaciones superan de manera abrumadora los aciertos. Sin embargo de todo lo que nos pasa debe aprenderse, y en los errores es donde mejor material se tiene para mejorar y eso debe ser motivo suficiente para agradecer.
Desde lo superficial podemos decir que no hubo salida por Pearl Jam y es motivo suficiente para decir que se arrancó mal. Los conciertos de Incubus, Revolver Plateado y No Te Va Gustar resumen un año corto de música. El Lets Play Two mejoraría la racha, pero hace falta ver a la gente que atraviesa el mundo detrás de PJ y que se han convertido en personas gratas de ver. Por otro lado el Rojo tuvo un año de buenos y malos momentos que me tuvieron hasta último momento con ansiedad por lo que pudiera pasar. Termina el año con un presente prometedor, pero también con algo de incertidumbre, cosa típica cuando sientes mucho por algo que finalmente no es propiamente tuyo.
Laboralmente ha sido posiblemente el año más jodido de los que he tenido. Tanto que se hace necesario evaluar nuevas posibilidades. Se termina bien, se me puso a prueba y creo haber estado a la altura de la necesidad, eso sirve finalmente para comprender de que se está hecho y hasta que punto puede uno llegar. Sin embargo esa sensación de estar llegando al final de este capítulo pide a gritos un cambio que sin ser necesario, debería tenerse muy en cuenta.
Familiarmente fue donde más se revolcó todo. La vieja se encuentra bien y eso finalmente es lo que importa, la familia cercana sigue adelante y eso indudablemente cuenta como logro. El acercamiento de una hermana supone un reto para el otro año, pero con ello la llegada de alguien que nunca estuvo y vino a alterarlo todo y no me agrada para nada realmente.
Le fallé a mi esencia, le fallé a amigos muy cercanos, y con ello se vinieron épocas de cambio que requieren atención inmediata, correcciones que trajeron consecuencias que aún duelen, esas consecuencias también dan rabia. La sensación de que te fallaron también pesa. Ese realmente es el punto negro de un año para el olvido.
Llegó gente que terminé alejando, porque es mejor así. Porque no me siento bien, porque no estoy a punto para entregarlo todo, porque necesito de tiempo para entender como contestar esas preguntas que todavía no han tenido respuesta y que atormentan en el silencio de las noches de insomnio. Puede ser depresión, pueden ser ganas de joder, puede ser que solo un final definitivo solucione, puede que no.
Y así espero el otro año. Habrá que dejar ir, habrá que abrir puertas, habrá que cerrar otras, habrá que pedir perdón y esperar disculpas que posiblemente no lleguen, tampoco las espero ya. Habrá Lollapalooza, habrá Maracaná y Pearl Jam, puede que halla Deftones, y espero que siga habiendo música. Habrá sudamericana y habrá Pascual, volveremos a sufrir pero es una sensación necesaria que rompe una vida monótona.
Espero que se fortalezcan lazos con familiares que se ven lejanos pero que no deben serlo. Espero nuevos aires, y más que esperarlos, debo buscarlos. Espero que halla con quien compartir la tranquilidad o felicidad, ya es momento de seguir adelante, me guste o no, y posiblemente volver a sonreír.
Hay mucho por hacer, poco margen de acción, poco tiempo por vivir, no hay tiempo que perder. Como ha sido constante de un tiempo hacía acá, los de Seattle me ayudan a tomar mejor la vida, alguna vez sabrán cuanto.
¨...How I choose to feel is how I am
I will not lose my faith
it´s an inside job today
Holding on, the ligut of night
On my knees to rise and fix my broken soul again
Let me run into the rain
To be a human light again...¨
Suerte es que les digo...
Viéndolo con calma, 2017 no fue mal año, pero no ha sido un año para recordar con agrado. Las equivocaciones superan de manera abrumadora los aciertos. Sin embargo de todo lo que nos pasa debe aprenderse, y en los errores es donde mejor material se tiene para mejorar y eso debe ser motivo suficiente para agradecer.
Desde lo superficial podemos decir que no hubo salida por Pearl Jam y es motivo suficiente para decir que se arrancó mal. Los conciertos de Incubus, Revolver Plateado y No Te Va Gustar resumen un año corto de música. El Lets Play Two mejoraría la racha, pero hace falta ver a la gente que atraviesa el mundo detrás de PJ y que se han convertido en personas gratas de ver. Por otro lado el Rojo tuvo un año de buenos y malos momentos que me tuvieron hasta último momento con ansiedad por lo que pudiera pasar. Termina el año con un presente prometedor, pero también con algo de incertidumbre, cosa típica cuando sientes mucho por algo que finalmente no es propiamente tuyo.
Laboralmente ha sido posiblemente el año más jodido de los que he tenido. Tanto que se hace necesario evaluar nuevas posibilidades. Se termina bien, se me puso a prueba y creo haber estado a la altura de la necesidad, eso sirve finalmente para comprender de que se está hecho y hasta que punto puede uno llegar. Sin embargo esa sensación de estar llegando al final de este capítulo pide a gritos un cambio que sin ser necesario, debería tenerse muy en cuenta.
Familiarmente fue donde más se revolcó todo. La vieja se encuentra bien y eso finalmente es lo que importa, la familia cercana sigue adelante y eso indudablemente cuenta como logro. El acercamiento de una hermana supone un reto para el otro año, pero con ello la llegada de alguien que nunca estuvo y vino a alterarlo todo y no me agrada para nada realmente.
Le fallé a mi esencia, le fallé a amigos muy cercanos, y con ello se vinieron épocas de cambio que requieren atención inmediata, correcciones que trajeron consecuencias que aún duelen, esas consecuencias también dan rabia. La sensación de que te fallaron también pesa. Ese realmente es el punto negro de un año para el olvido.
Llegó gente que terminé alejando, porque es mejor así. Porque no me siento bien, porque no estoy a punto para entregarlo todo, porque necesito de tiempo para entender como contestar esas preguntas que todavía no han tenido respuesta y que atormentan en el silencio de las noches de insomnio. Puede ser depresión, pueden ser ganas de joder, puede ser que solo un final definitivo solucione, puede que no.
Y así espero el otro año. Habrá que dejar ir, habrá que abrir puertas, habrá que cerrar otras, habrá que pedir perdón y esperar disculpas que posiblemente no lleguen, tampoco las espero ya. Habrá Lollapalooza, habrá Maracaná y Pearl Jam, puede que halla Deftones, y espero que siga habiendo música. Habrá sudamericana y habrá Pascual, volveremos a sufrir pero es una sensación necesaria que rompe una vida monótona.
Espero que se fortalezcan lazos con familiares que se ven lejanos pero que no deben serlo. Espero nuevos aires, y más que esperarlos, debo buscarlos. Espero que halla con quien compartir la tranquilidad o felicidad, ya es momento de seguir adelante, me guste o no, y posiblemente volver a sonreír.
Hay mucho por hacer, poco margen de acción, poco tiempo por vivir, no hay tiempo que perder. Como ha sido constante de un tiempo hacía acá, los de Seattle me ayudan a tomar mejor la vida, alguna vez sabrán cuanto.
¨...How I choose to feel is how I am
I will not lose my faith
it´s an inside job today
Holding on, the ligut of night
On my knees to rise and fix my broken soul again
Let me run into the rain
To be a human light again...¨
Suerte es que les digo...
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