domingo, 29 de marzo de 2020

El viaje

"Su atención, llamado a los viajeros del bus a XXXX pasar a la puerta de embarque"

-Nos llaman, Má.

-Si, vamos.

Y sin mas, se levantaron de las incómodas sillas metálicas de la sala de espera y empezaron a hacer fila para subirse al bus.

-Creo que nos juntaron a los que viajaban en la mañana y los que iban a salir ahora a las 7. Es que ahora quien viaja? Antes es que nos dio por ponernos en esas.

Ella asintió. Se notaba algo preocupada que el bus fuera a estar muy lleno, y también por la situación actual, además que viajar no fuera algo que le gustara mucho por sus achaques, pero también mostraba una sonrisa radiante, de esas que se le notaban cada vez que iban a hacer algo juntos. 

El usualmente no hubiera permitido hacer el viaje. Podía sentir aún la recriminación que había hecho su hermano cuando se enteró de ese plan irresponsable, Pero en esos casos, la mamá siempre tenía la última palabra, y su deseo era pasar ese tiempo con su hijo menor, el consentido de la casa. Así que de poco sirvió cualquier protesta ni rabia de medio mundo, y ahí estaban haciendo fila para subir al bus.

-Mijo, siga haciendo fila, yo mas bien aprovecho y voy al baño de acá. En ese bus no me meto al baño ni loca, y uno sabe a que hora sale, pero no a que hora llega. Revisó como estaba la carretera?

-Si señora, no hay nada anormal, y espero siga así. vaya mas bien y no se demore.

La vio alejarse mientras la fila continuaba, ese paso cansado de los años y esas piernas enfermas de su mamá siempre le preocupaban, y ahora con todo ese estado nacional de alarma y preocupación, se lamentaba de haber sido tan irresponsable de hacer ese viaje. El riesgo era alto y su mamá era una persona con altas probabilidades de enfermarse, y se iban de la ciudad donde ella conocía sus médicos y sabía finalmente como moverse, donde estaba casi toda la familia.

Pero esa sonrisa de ella al saber del viaje, esa sonrisa valía todo y era suficiente excusa para afrontar cualquier riesgo.

Finalmente entregó maletas y se subió al bus, que era más amplio de lo que esperaba, afortunadamente. El tampoco era muy amante de los viajes por carretera, decenas de trancones en esa via y buses incómodos eran suficiente razón para emprender ese viaje solo un par de veces al año. El caso es que el bus era amplio, y tenían buenas sillas, con buenas pantallas para pasar las n horas que fuera a tomar el viaje.

Tomo su silla, y siguió viendo como la gente se subía de a poco. Vio su celular, un par de mensajes sin importancia, pensó que tenía que llegar a hacer mercado, y a organizar la habitación de las visitas que debía estar llena de ropa por doblar. Tenía especial pereza de tener que trabajar al otro día, revisó que tuviera a la mano la carta de la empresa para poder circular por si la policia llegaba a preguntar cualquier cosa, y tomó un sorbo de agua.

"Los pasajeros con destino a XXXX se les informa que estamos próximos a salir"

-Vida perra. Ahora que se hizo mi vieja.

Se levantó de su silla para hablar con el conductor y pedirle algo de clemencia para esperar. Que tenía claro que se habían juntado 3 viajes en ese trayecto y que había gente desesperada por salir, pero que por favor entendiera también que su mamá era una persona mayor y necesitaba ir primero al baño para no tener que entrar a esos baños incómodos y en un viaje que no sabían cuanto demoraba.

-Pero si es que la carretera está buena, no ve que nadie esta viajando?

-Si señor. pero denos 3 minutos que ella ya no demora.

El conductor se quedó murmurando algo, y el se bajó también puteándolo dentro de si. Pues que chimba si toca rogarle a este hijueputa que se espere un momentico, malparid...

En eso la alcanzó a ver a lo lejos, regresando lentamente, cargando una bolsa negra. Sabía que dentro habría gaseosa, agua y comida, ella siempre pensaba en cualquier eventualidad de carretera.

-Ma, dale que este viejo marica esta afanando.

-Si mi corazón, es que aproveché para comprar agua y mecato para el viaje, porque uno nunca sabe...

-Si señora, venga deme esa bolsa para que se suba tranquila.

-Tenemos buenos puestos?

-Si señora, tranquila que todo esta listo. Deme la mano para que se pueda subir.

-Bueno mijo.

-Ya nos podemos ir?

-Si (viejo pendejo). Espere que mi mamá se siente al menos.

Y ella así lo hizo, se acomodó lo mejor que pudo, pidió una cobija para el camino por si le hacía frío y pidió que destapara el agua que tenía sed. El destapó la botella, le acomodó la cobija, y se reclinó en su puesto.

-Entonces vamos a ver a mi nieto de pelos?

-Si señora, lo bañaron ayer y está en la casa.

-Que dicha!

El volvió a verla con esa sonrisa inmensa, se puso sus audífonos para escuchar música y abrió el libro que tenía para el viaje. Ella, sin dejar de sonreír, se santiguó y fijó su vista en la ventana, como para no perderse un solo detalle del viaje.

-A que hora estamos allá?

-Esperemos que tipo 10 estemos llegando, Má.

El motor del bus marcó el inició del trayecto. El se puso a leer, y ella no dejó de sonreír.

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Mi vieja me sigue haciendo una falta tremenda. Ni por el putas hubiera dejado hacer ese viaje, ni yo ni mi hermano, pero pues en los sueños la coherencia no es que tenga un papel protagónico, y pues verla sonreír de esa forma me trajo paz en estos días de confinamiento.

Todos los días, siempre en mis pensamientos, un abrazo para siempre.

Mother, do you think she´s good enough... for me?
Mother, do you think she´s dangerous... to me?
Mother, will she tear yourlittle boy apart?
Ooooh aaah, Mother she will break my heart?



Suerte es que les digo...

2 comentarios:

MOrO dijo...

Amargo, que chimba de relato. Agüé el ojo leyéndolo. Un abrazo

CRIVE dijo...

Bello!, tan tú, te vi en cada línea. ��