Hace un año que mientras me tomaba una cerveza en el Faro con una buena amiga, decidí que ya era momento de dejar el miedo, y abrir un espacio donde pudiera gritar en forma de letras y frases, donde la música y los escritos que se me vinieran a la mente pudieran expresar lo que yo no pudiera decir a aquellos que tenía cerca.
Desde entonces mucha agua ha pasado debajo de ese puente donde ustedes me leen de manera ocasional. Hace 365 días me abría camino nuevamente en el terreno de la docencia, camino que estuvo cerrado un buen tiempo, hoy ya se han ampliado las perspectivas, de 20 estudiantes en un curso, he pasado a 100 en 3 cursos.
Un año atrás mantenía en tristeza total, hoy sigo triste, pero a veces tengo pinceladas de alegria que me hacen sonreir y esperar que las cosas algún día sean mejor.
Ha pasado de todo en estos 12 meses. hubo noches de lágrimas incontenibles, y noches de sueño profundo. Hubo días que me hundí en la banalidad de un momento de sexo, y también probé el extasis al hacer el amor. Me caí muchas veces, y otras tantas me levanté de nuevo. Me sentí absurdamente solo, y experimente la soledad en compañia. Escribí, Leí, Canté, Escuché, busqué la forma de dejar de vivir y siempre me encontré con una respuesta que me retornaba a la vida.
Hubo historias épicas, las hubo de ficción, hubo incluso algunas que tienen sus tintes de verdad escondidas bajo la licencia literaria de la cual reconozco que abuso. Se murieron casi todos mis personajes, otros tuvieron felicidad. Encontré mensajes ocultos en cada canción que posteé, y también aproveché para enviar más de una señal.
Vinieron amigos, conocidos, desconocidos, extraños, equivocados, acosadores, despistados. Algunos dejaron su mensaje, otros siguieron su curso sin pena. Algunos encontraron algo de sentido en mis pensamientos ó en mis gustos musicales y volvieron, otros me imagino que no encontraron lo que buscaban y lo olvidaron por siempre de su memoria.
El caso es que aquí seguimos, a pesar de mi constante inconstancia, a pesar de las buenas noches y de los peores momentos aquí tuve espacio para desahogar cada sensación, cada decepción de una sociedad que se defrauda a sí misma con cada acción. Y por el momento no me pienso callar, aunque ya no tenga las ganas de postear tan seguido, aunque mi trabajo me demandé mayor atención, siempre será la Pachanga ese confesionario, ese amigo, ese espejo que tendrá más coraje del que tengo en realidad.
La vida no me ha podido tumbar, y creo que yo tampoco me he querido dejar ganar. Tal vez la dicha sea solo un espejismo, tal vez la tristeza solo sea una alucinación, tal vez todo sea producto de mi imaginación.
Es viernes en la noche y como ha sido constante, mi soledad me acompaña y la Pachanga también. Esperemos que por más tiempo, por el que sea necesario, por la eternidad incluso.
Avientame, avientame hasta donde quieras
Y luego ven, a mirar como revivo
Avientame, avientame hasta donde quieras
Y luego ven, a mirar como no muero, como aguanto!
Suerte es que les digo...
Test
Hace 5 años
5 comentarios:
Tu post en la Pachanga amerita un saludo, un abrazo y un halago... aunque ya no hablemos mucho, tu en poco tiempo te convertiste en un super compañero de noches en vela y tu pachanga un muestra innegable de que la bondad del mundo no se acaba... Espero que este faro siga encendido por mucho tiempo y que en la distancia cabalgante del tiempo tu luz brille siempre con mas fuerza!
Capo sos mi Idolo!!!
Esto es una de las tantas cosas buenas de estos espacios, que nos permiten sacar muchas cosas que a veces no podemos sacar en el diario vivir. Ojalá que continúe el bló por más tiempo. Es difícil de no hacerlo independiente de que tan constante se escriba.
Qué bien, compañero. Mantenga la constancia y que no decaiga.
un poco tarde. pero aunq llevo poco leyendo el blog, tenes una manera muy excelente de usar las palabras, de expresar lo que sientes y transmitirlo a traves de nuestra siempre compañera..la musica! felicitaciones por tu blog y como ya te mande a decir feliz aniversario ojala vengan muchas mas entradas.
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