sábado, 19 de diciembre de 2009

Aquel 19




Hasta ese día siempre fuimos un equipo comodín, uno de esos equipos que podría animar el torneo regular, pero jamás ganarlo. Un equipo de tradición, pero sin gloria. La grandeza reposaba dormida en los corazones de aquellos hinchas que acompañaban el equipo fecha tras fecha y solo anhelaban una victoria, ya que un título era prácticamente un sueño.

Pero el dulce sabor de la victoria nos esperaba. Y para llegar a ella se tuvo que recorrer un camino que inicia precisamente con un Pepino Sangiovanni llegando al consultorio de un gran estratega del fútbol ya retirado: el doctor Gabriel Ochoa Uribe para pedirle que dirija al rojo, sin importar condiciones, con todas las garantías.

Lo siguiente son anécdotas que vagan errantes en las memorias de los hinchas del Rojo Corazón: tardes de sudor y fútbol, de Fe y Esperanza. Atajadas de antología y goles que al recordarlos arrancan lágrimas de alegría y que marcan el capítulo más glorioso de la divisa Escarlata.

Simplemente el destino lo quiso así, una fecha que para cualquier otro pasa desapercibida, pero para aquellos cuyo corazón late al compás de cada jugada Escarlata, y que se agita con solo pisar ese sagrado recinto Escarlata llamado Estadio Olímpico Pascual Guerrero, esa fecha se convierte en algo para rendirle tributo, en algo que simplemente se encuentra tallado a sangre y fuego en el alma de cada seguidor.

No es un simple 19 de diciembre, es AQUEL 19, el día que el pueblo Rojo toca el cielo con las manos, y la gloria llega a una institución para quedarse, a pesar de cualquier intento de sabotaje, incluso desde quienes desde el seno mismo del equipo pretenden pasar por alto tanta historia, tanta grandeza.

Han pasado desde entonces 30 años, 13 títulos locales, 1 internacional, y reconocimientos por doquier. La hinchada creció, desde el niño Ibaguereño que desde su televisor se enamora de un rojo haciendo proezas jugando copa Libertadores, hasta las historias que puede contarle un padre a sus pequeños hijos en Canadá, desde la Pequeña Bogotana que ansiosa visita el Pascual por primera vez, hasta aquel que desde Israel le pide a sus amigos en Colombia que lo informen sobre la actualidad de ese Rojo dueño de su corazón. La hinchada sigue y crece.

Hoy algunos que dicen manejar el equipo se muestran indiferentes a esta fecha. Los que no podemos vivir sin el Rojo y para los cuales América es más que un simple sentimiento y se convierte en esas cosas del Corazón de las que habla Alfonso Bonilla Aragón, es un día de Orgullo y Adoración. Muestra de ello son las siguientes historias recibidas por seguidores del blog, que tuvieron la fortuna de vivir en carne propia ese maravilloso instante y las comparten hoy a propósito de esta fecha tan especial.



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La dicha vivida desde USA. Por: E. Salazar

Siento un remolino en el estomago de recordar Aquel 19, miercoles en la noche, y yo en una fria noche de Hackensack New Jersey, Trabajando a 2 millas del estadio de los gigantes.

Mis primos que son hinchas del Cali y que tenian un radio transoceanico me habían dicho que no fuera a trabajar para oirlo, pero me era imposible faltar. Finalmente por teléfono contacté a un amigo que lo estaba escuchando. El era Americano y sentia la misma ansiedad, por lo tanto no se molestaba cuando cada 5 minutos me metia a escondidas a la oficina y lo llamaba para preguntar sobre el partido.

Aquella noche fue un suplicio trabajar pues no me podia concentrar en mis labores. Recuerdo en la llamada del primer gol, me provocaba dejar todo tirado e irme a terminar de oir el partido, pero estaba a 45 minutos de la casa. Los ultimos diez minutos fueron pegados al teléfono, ya no me importó si me pillaba el jefe, le decia a mi amigo cuando faltaban 5 minutos, que yo no cantaba victoria hasta que sonara el pitazo final, pues el América me tenía acostumbrado a sufrir y me parecia imposible que esta vez fuera diferente.

Cuando me dijo que el arbitro habia pitado el final mi noche fue un torbellino de una emoción jamas experimentada. Luego de tantos años, Dios había contestado mis oraciones de niño. Me sentía tan extraño, que no me lo podia creer todavía, hasta que no lo viera en el periódico me era imposible digerir esta emoción, y eso sucedería 3 dias después pues en aquellos tiempos eso tardaban los periodicos en llegar a USA. Sin embargo en esa ocasión, por arte de magia se habian agotado en Colombia. Mucho tiempo después pude tener la felicidad de leer uno que un amigo trajo desde Colombia.

Los goles los pude ver solo hasta hace como 2 años, gracias a youtube. Mi madre me grabó el partido en un cassete el cual conservo como un tesoro en la voz de Jaime Olaya Teran, y comentarios de Guillermo Mayorca.
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Desde la propia Caldera. Por: Siku66

La tarde anterior al 19, mi abuela me mandó para Palmira aburrido porque no iba a ser recogebolas (los recogebolas de ese día fueron hijos de los socios). pero al día siguiente, miércoles en la mañana había un escándalo en la esquina de Americanos que salían pal estadio: El Nato Jaime Molina, Macho Flaco entre otros, y me les pegué, Mi Papá amigo de don Antonio Ortega, lo llamó a encomendarle mi cuidado, el viejo llovizna le dijo que con gusto (puro cuento, solo lo vi después cuando lo entraron al centro de la cancha a besar la grama del pascual).

Salimos de Palmira en un bus viejo de coodetrans, nerviosos gritábamos de vez en cuando, recuerdo que a mi camiseta yo le había puesto el número 17 de Lugo. En el bus comentaban de lo mal que estaba cerrando la mechita después de haber ganado el apertura y el finalización, y que en este cuadrangular final se estaba cayendo, veníamos de empatar con Junior y la penúltima fecha perdimos con Santa Fe, mientras que el Unión venía de golear al Junior 4 a 1. Unión Magdalena con el empate sería campeón por diferencia de goles. el comentario de todos era pesimista.

Llegamos al pascual y yo sin boleta, me fui pa la entrada de occidental a ver si me encontraba alguien conocido y el milagro se me dió: después de pedirle a varios conocidos de la Mecha que me entraran, vi a Pedro Nel Ospina (el del mejor gol de la historia del América) quien era mi profesor de Educación Física en el Camacho. Lo veo y casi llorando le conté que no pude ser recogebolas, me miró y me dijo: "lo meto pero se va pa gorriones". Jaaa adentro del estadio, y eran eso de las 4 de la tarde, un descuido de la policia y Siku estaba en Sur. Me fui pal rincón que colinda con occidental, sitio conocido como las páginas amarillas donde se reunía la gente de Palmira.

Del partido me llegan escenas que nunca he borrado, iniciando el picado por ejemplo un tiro libre de Pascutini que casi le arranca las manos a Gasparoni, y varios contragolpes del Unión, recuerdo dos atajadas de Gay que nos hicieron silenciar.

Viene un avance enredado de la mecha, tropezazos de Juan Caicedo y la falta que ustedes ya pueden ver en videos.. el cobro de Bataglia, el rebote y el gol de Cañón.

El segundo tiempo fue de nervios, en la grama y en las gradas, cada que avanzaba el Unión, nos llegaba un hielo frio. Hasta que vino el tiro de esquina que cobro creo Bataglia, la envía al segundo palo y un doble cabezazo de la Fiera, la rechaza el unión y Aquino la vuelve a meter y Lugo la baja en pecho y con esa zurda que se había comido tantos goles la METIOOOOO.

Ya en ese momento habían entrado las camillas a las gradas y se veían salir las ambulancias del estadio. Después del gol de Lugo recuerdo que en una sola ambulancia sacaron al tiempo cinco personas. (Nunca se supo cuantos murieron en el estadio ese día, ni cuantos murieron en Cali esa noche, todos murieron de placer y goce americano). El duende estaba ya completamente borracho y lloraba y decia que se queria tambien morir, recuerdo que decia AMERICA ME MATASTE.

El partido termina y la celebracion empieza, jamás en mi vida había visto tantos hombres y mujeres llorar de felicidad, nos abrazabamos todos sin conocernos. Así fue en la calle, no hubo distingos de raza ni clase social solo era condicion llevar cualquier trapo o mechita roja para recibir abrazos, besos y aguardiente. (creo fue mi primer tomada de guaro).

Después ustedes podrán imaginar o mejor ya pal goce ajeno podríamos escribir paginas y paginas de felicidad de ese día. Ese Aquel 19 que quedará prendido en nuestros seres, ese amor que no nació ese día, ese día solo empezó nuestra historia de títulos, porque la historia de amor y de gloria por la mechita es de nacimiento. Hoy ya son 13 estrellas, esas que cuando yo era niño nunca me atrevía a soñar, por miedo y porque decíamos que habíamos nacido para sufrir al lado del América.

Hoy y ahora que estamos en esta crisis y que la situación no se le ve salida, acordémonos de aquellos que de felicidad murieron ese día, pues habían vivido toda su vida siendo los eternos perdedores. El América nos ha dado tantas felicidades y glorias que espero que los nuevos no olviden que nacimos sufriendo y siendo por siempre apasionados.

Porque América es una pasión que solo nosotros entendemos.
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Sufriendo desde fuera del Pascual. Por: AsmodeoXIII

Los recuerdos que tengo son como flashbacks de película. Por un lado, se relacionan con dos muertos célebres: Charles Chaplin y el papa Pablo VI. Los demás se relacionan en su mayoría con el fútbol como el retiro de Pelé, el mundial de Argentina y la primera vez que vi al América y a Willington Ortiz, en un partido contra Millonarios en el 78.

Para 1979 el paseo de fin de año adonde unos familiares que vivían en el barrio Alameda coincidió con aquella histórica fecha de 19 de diciembre del 79.

Fue imposible conseguir boletas para ir al estadio, y aunque los grandes las hubieran conseguido, no me habrían dejado entrar, por tener apenas siete años y siete dientes. Pero allí, en aquella sala que quedaba detrás del local de la ferretería, y en el viejo televisor con patas y antepantalla de vidrio ahumado, vimos hacerse realidad ese sueño de tantos años.

Lo que más me llamó la atención es que al final, la gente se abrazaba como si fuera el 31 a la medianoche, asi no fueran ni familiares ni amigos. Así unos fueran blancos y otros negros. Los unía a todos, ese amor en común llamado América.

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Como estas, existen miles de historias relacionadas con esta fecha tan especial y que nos hacen sentir orgullosos de portar la Camiseta Escarlata.




Gracias Rojo por existir, gracias Rojo por los triunfos y Derrotas, Gracias Rojo por los títulos, Gracias rojo por tanta grandeza, gracias Rojo por los amigos y los amores, Gracias por todo mi ROJO CORAZÓN!

AMÉRICA, SON COSAS DEL CORAZÓN!

2 comentarios:

D.I. OsKar dijo...

Se vale repetir Don Eltha... y esos relatos de amigos ROJOS que vivieron tanto dentro del estadio, como por fuera el país aquella noche, reflejan que AMÉRICA SON COSAS DEL CORAZÓN!

Unknown dijo...

Gracias por la mencion don Ivan...garantizado que los dos duendecitos mios saben cual es el rojo mas grande de Colombia...ellos son parte de esa avalancha roja que es la pasion de un pueblo..

Saludo, Duende