sábado, 12 de septiembre de 2009

Nostalgias en Tercera Persona

Al levantarse se percató que el día sería distinto. El sol decidió tomarse el día libre para dejar encargada a su amiga la lluvia, la cual vino bastante emotiva regando sus lagrimas por todo el valle.

La lluvia y el frio le recordaron su Manizales del alma, la cual había abandonado 3 años atras en busqueda de un futuro mejor. Recordó sus calles siempre empinadas y la tranquilidad de la ciudad. Añoró sus amigos de universidad, los planes de viernes en Bar la U y los capuccinos de Silmaril. Pero mas que nada, la añoró..


Se puso el saco rojo que tanto le gustaba y desayuno en el balcón, viendo como los densos nubarrones se descargaban inmisericordes sobre la ciudad, se burlo en silencio de aquellos que corrian evitando mojarse infructuosamente. Para él, el día era esplendido.

Puso su Ipod a reproducir música de Heroes del silencio, y salió a caminar en medio de la lluvia. Imaginó que recorría la avenida santander de nuevo, desde mercaldas frente a derecho de la Universidad de Caldas hasta el cable, y de allí hasta la nacho, pasando por silmaril, el coliseo menor y al final del recorrido el pequeño domo del telescopio de la torre de estancias. Se imaginó entrando a la universidad, atravesando la plazoleta de entrada llena de motos, cruzar el hall central con sus mesas de ping pong y la cafeteria de don Gerardo, donde se reunía a beber el destilado preparado en plantas con sus amigos.


pudo incluso sentir el olor a cafe que inunda la ciudad, sintió la calma de un atardecer en chipre, la inmensidad del paisaje, y el nevado guardian eterno de la ciudad, majestuoso en el paisaje. Recordó los sonidos rockeros y las tertulias con Luis, el dueño del almacen musical de Parque Caldas al calor de un par de copas de ron, así la pizza de beto's en el último piso del mismo centro comercial que eran un ritual obligado en sus visitas al centro.

Deseó que fuera domingo en la mañana, para poder ir a las canchas auxiliares ó al bosque popular a jugar baloncesto con sus amigos, para luego terminar con un salpicón de los que vendian a la salida del bosque y que siempre incluian ñapa. extrañó esa densa neblina que nunca jamas volvió a ver, que lo envolvía en esas caminatas nocturnas de domingo en una avenida Santander solitaria rumbo al chuzo de doña Carmen, cuyas hamburguesas requerían poseer un estomago de indigente por todo lo que contienen. Más que nada, extrañó ese frio que incitaba a calentarse preferiblemente en compañia...


Un carro que pasó a su lado a toda velocidad, dejando una estela de agua que lo emparamó de pies a cabeza lo sacó de sus divagaciones y lo regresó de nuevo a la realidad. A pesar de ello, disfrutó del paseo y llegó a su casa 2 horas después, emparamado pero feliz. Sus obligaciones laborales lo alejaban de sus buenos recuerdos, maldijo por eso.

Se cambió de ropa y se sentó a trabajar, en su correo solo había un mensaje. Era de ella. Sin siquiera abrirlo sonrió y dijo nuevamente: hoy será un día distinto...

---------------------------------------------------------------------------------

Ha sido una de esas semanas donde recuerdas que Cali a pesar de sus 2 millones de habitantes su calor infernal, no es más que un desierto frio donde cada quien deambula solitario como en un valle de lagrimas. Extraño la calidez de esa loma Manizaleña, extraño a mis amigos, que más que parceros fueron hermanos, incluso la soledad allá no era tan despiadada...

Hoy te añoro Manizales, y por eso te escribo, y te dejo esta canción que siempre que la escuche me llevará de nuevo a ti!

...There's a place I like to hide,
A doorway that I run through in the night
Relax child, you were there
But only didn't realize, and you were scared...



Suerte es que les digo...

No hay comentarios: