La lluvia torrencial solo fue un ingrediente adicional, pues para Liliana hace mucho tiempo que su vida era un mar de dolor e incertidumbres...
Tan solo un par de meses atrás, el novio que le había prometido un compromiso serio y para toda la vida decidió adelantar su hora de partida con 60 pastillas de un no tan inocente analgésico. Fue ella misma quien lo encontró ya sin vida en medio del apartamento que iban a compartir.
Pudo ser este hecho, o simplemente que nunca fue una persona brillante, pero a partir de entonces, todo fue una caida libre en efecto dominó. su trabajo como periodista empezó a ser seriamente criticado. Y su relación entre sus familiares y personas consideradas cercanas se deterioró considerablemente.
La soledad se convirtió lentamente en su estado natural. Le molestaba salir a la calle, renunció a su empleo y dedicó a reprimir sus penas con alcohol y juergas nocturnas con amantes sin rostro.
Lo que pensó era disminuir su diario vivir, se convirtió en un dolor interminable, en una vida fria y vacía. Un boleto sin regreso al infierno...
Esa noche, mientras la lluvia mojaba sus lagrimas grises, caminando sin un rumbo pero con dirección ineludible a un final buscado, no se percató, ó más bien no quiso hacer caso de las luces del auto que frente a ella iluminaban y a la bocina que a la larga serían sus últimos sonidos.
Fue asi, mientras finalmente el agua lavaba sus penas, que pudo decir por última vez... TE EXTRAÑO!
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Noche de lluvia, noche de epifanías, noche de revelaciones... los dejo entonces con este temazo de Staind, Epiphany.
'Cause it's always raining in my head
Forget all the things I should have said.
Suerte es que les digo...
Test
Hace 5 años
1 comentario:
auchhhh!!!!!
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