sábado, 29 de agosto de 2009

El Amuleto

Llegó a mi de una manera inesperada. el contraste de las alas tornasoladas contrastó de inmediato con el Azul y Rojo del lugar. Y fue posiblemente ese contraste el que más me llamo la atención. Y durante todo el tiempo que estuve en el sitio me quede admirando su belleza, y mi maldita imaginación entretejió varias historias sobre su pasado, presente y futuro.

Empecé por detallarlo. Sin duda alguna se trataba de un extraño amuleto, dejado de manera incosciente por alguien en ese sitio, y digo que fue incosciente porque hubiera sido imposible no notarlo sobre la mesa. A pesar de su menudo tamaño, se podía notar claramente el impecable trabajo del artesano. Un rostro de mujer enfundado en Alas de Hada de los bosques. El aspecto de su mirada daba la impresión que más que un artefacto, se trataba realmente de un ser animado, que en cualquier momento se elevaría y emprendería vuelo a tierras desconocidas. Una sonrisa indescifrable del todo, pues nunca identifique si era ironica ó sincera, más sin embargo era una sonrisa que se me antojaba contagiosa. El cabello que se confundia con sus alas le transmitia más realismo a la figura. Una tunica verde, le daba un aire elegante, aristocrático por lo menos...

Y fue entonces que seguí divagando, pues mis amigos parecieron no notar su presencia. Por su belleza, concluí que no podía ser otra cosa distinta a un amuleto, un Talismán para atraer la suerte. Lo concluí ó una voz me lo susurró al oido, ya no lo recuerdo, mis memorias ultimamente juegan a placer con la realidad. Admiré el trabajo de su creador, y senti muchas cosas por su dueño. Primero sentí envidia, pues pense que la persona que lo tuvo fue muy afortunada, luego senti pena, por haberlo perdido. Finalmente senti rabia, por haberlo dejado olvidado, o por simplemente dejarlo allí, solo ante mis ojos. Nunca supe si el abandono fue con o sin intención, solo se que estaba allí...

Por cortesia, tuve que seguir prestando un poco más de atención a la conversación de mis amigos, y a las acciones del juego. Pero mi mente estaba simplemente inundada por centenares de pensamientos sobre el amuleto. sentí miedo de saber que pronto regresarían por él, y ya no volvería a verlo. Tuve deseos de tomarlo y esconderlo, al fin y al cabo yo lo había encontrado, solitario en ese sitio, buscando otra persona para favorecer con su buena fortuna. y en medio de estas divagaciones se acabó la tarde, ó llegó el alba, ó simplemente el tiempo dejó de ser cuerdo y decidió jugar con el espacio...

El caso es que nunca supe si realmente existió, si realmente lo tomé, o lo dejé nuevamente sobre esa mesa de ese sitio. No se si posee dueño, realmente lo dudo, esta clase de elementos suelen poseer un destino propio, y en vez de poseerlo, realmente nos posee a su antojo. Por pena ó locura nunca le volvi a preguntar a mis amigos si también lo habían visto. Siendo sincero, a veces pienso que solo fue un sueño, ya que por más que he vuelto a ese bar, no he vuelto a ver esa rara combinación de verde con Rojo y Azul.

Sin embargo, en medio de la incoherente vida que tengo, a veces suelo escuchar el sonido del que asumo es su canto, especialmente cuando la luz del día se ha extinguido, en medio de la absurda noche que toma formas sobrecogedoras. Otras veces, mi sueño es interrumpido por un silbido que me dice que nunca caminarás solo, y me recuerda que hay más luces posandose sobre el horizonte, que Aya no es la única guía de la noche, y que de algun modo, pertenezco al destino forjado en ese amuleto.

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Un cuento como este, merece una buena canción... Wish You Were Here de Pink Floyd.

...How I wish, how I wish you were here
We're just two lost souls swimming in a fish bowl
Year after year
Running over the same old ground
What have we found?
The same old fears
Wish you were here...

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