viernes, 27 de noviembre de 2009

Una Tarde Como Esta

Una tarde como esta, aparentemente cálida pero con nubes en el horizonte que terminan prediciendo la tristeza de los dioses y su llanto inmaculado, abandonaste la soledad de un mundo abarrotado de gente, que sola deambula tejiendo caminos para hallarse a si mismos.

No puedo olvidarlo así hayan pasado 17 años. Como unas vacaciones de fin de año se convirtieron subitamente en amargura y soledad.

Amiga fuiste desde el inicio de mis tiempos, crecimos juntos entre teteros y chupos. Ya un poco mas grandecitos, compartimos ese gusto por nadar todos los dias de nuestras vacaciones, en compañia de esos amigos reservados únicamente para las vacaciones, y con los que compartimos mañanas o tardes enteras de burbujas y juegos.

Pero esas vacaciones fueron distintas. Nadie lo sabía, ninguno lo imaginaba siquiera. Cosas que sencillamente se escapan a nuestro entendimiento y que para justificarlas las llamamos cosas de Dios.

Si mujer, fue una tarde como esta, tu ocupada tratando de terminar un Septimo año a todas luces dificil, yo ocupando mi tiempo libre jugando en la cancha de los Seguros. Y entonces mientras la pelota esta en el aire, me llega la noticia de tu partida. Baldado de agua fria que recorre mi ser y me choca como una realidad de un mundo despiadado.

Precisamente una tarde como esta, al finalizar el día se vinieron las lagrimas de aquellos que desde el hades reclamaban tu presencia, una lluvia torrencial que terminó de marcar el recuerdo en mi mente.

Desde entonces han sido 17 años de ausencia. No termino de crecer aún, caigo en abismos de melancolia constantemente y de vez en cuando nado en mares de alegria efímera. Pero a pesar del tiempo puedo cerrar mis ojos, y recordar esa sonrisa inocente y esos hermosos ojos claros que si no fuera por aquellas cosas de Dios, perfectamente podrían hacer perder al más insensible de los hombres.

Siempre será noviembre un mes maldito. Siempre tendré el recuerdo de aquella última vez que pude verte ya sin alma, recostada en una camilla fría como aquella tarde de lluvia incesante. Pero siempre serán esos ojos claros que no pude ver más, los que me devuelvan un instante de efímera felicidad.

Te Extraño querida Amiga!

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Es irónico, pero ese día estaba planeado el primero de dos conciertos que debía dar Guns And Roses en nuestro país, finalmente ese frío día de noviembre no se hizo el concierto, el cual se trasladó para el siguiente lunes. Sin embargo ese día también llovió.

...And it's hard to hold a candle
In the cold November rain...




Es la última entrada del undécimo mes del año, la número 60 por cierto. Despues de todo esta Pachanga ha durado y la catarsis ha sido muy efectiva afortunadamente. Sin duda alguna seguiremos.

Suerte es que les digo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen post Eltha, bastante sentido al leerlo, no me alcanzo a imaginar cuánto habrá sido al escribirlo.

La vida da muchas vueltas; lamentablemente no siempre son positivas... hoy estás aquí, mañana quién sabe dónde... hoy estás con tus amigos, mañana puede que te sientas extremadamente sólo ... hoy podés ser un importante ingeniero, mañana podrás estar jugando fútbol con un grupo de troncos (?). Hay que tratar de asimilarlas de la mejor forma posible. Cosa dura -mas no imposible- de trasladar de la teoría a la práctica.

Saludos y éxitos!